
trata de un monstruo que se siente extraño, confundido, agobiado... porque tiene un lío de emociones y todas juntas no funcionan bien... Así, con la ayuda de la niña, el monstruo debe poner orden y clasificar sus emociones. Identificando cada emoción con un color, describirá cada una de ellas: la alegría con el color amarillo, la tristeza con el color azul, la rabia con el color rojo, el miedo con color negro y la calma con color verde.
Recomiendo este cuento ya que la autora Anna Llenas, lo ha ilustrado de la mejor forma posible con imágenes sencillas sobre un fondo blanco y además, la forma de tratar las diferentes emociones hace que sea un recurso didáctico para trabajar las emociones con los niños y niñas.
Es recomendable que a la hora de leer el cuento, paremos en cada una de las emociones preguntando a los niños en que momento del día se han sentido así. Además al finalizar el cuento podemos animarles a que cada uno dibuje su propio monstruo.
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